miércoles, mayo 14, 2008

Si ficha mi hermana, no lo hace peor

Iñako Díaz - Guerra | 14/05/2008 (Publicado en Diario AS)

Javi Moreno, que un día en un entrenamiento tiró diez penaltis y sólo uno cogió puerta: dio en el palo. Musampa, al que los insomnes de Majadahonda aún añoran por su afición a poner estupenda música a todo trapo durante la madrugada (para concentrarse, supongo). Novo, que estaba triste. Ibagaza, que estaba contento. Nikolaidis, una apuesta de futuro que pasó directamente de delantero del Atleti a presidente del AEK. Rodrigo, que hizo poco pero mal. Olivera, que jugó 21 minutos en total. Velasco, que inauguró una larga estirpe de laterales derechos autistas. Salva, un hombre... pero quizás no un futbolista.

Pato Sosa, que se cayó intentando dar tres toques al balón en su presentación y luego pegó a un hincha. Richard Núñez, al que casi matan sus compañeros por marcar dos goles en un partido que no querían ganar para no ir a la Intertoto. Galletti, el hombre daltónico que sólo daba pases a los de rojo y blanco cuando jugaba en San Mamés. Zé Castro, que a mi madre le parece muy tierno y a los rivales, también. Maniche, otro mundo: positivo por alcoholemia, récord de multas por llegar tarde, mandó a la afición a la Gran Vía, se encaró con la grada y acabó insultando a Aguirre antes de huir y dejar cojo al equipo. Costinha, que hacía vestuario y caja. Eller, cuyo momento culmen fue meter un gol con un rival desmayado. Cléber, que se presentó como el nuevo Deco y es el nuevo Maguy.

Sí, ha sido un largo y extraño viaje. Una comedia amarga de la que han sido carne de cañón en primera línea de fuego Futre, Toni y Pitarch, pero siempre con la mano de los sucesivos agentes de cabecera de Gil Marín (Casal, Quilón, Camaño, Mendes...) moviendo los hilos. Por suerte, a base de fichar diez por año, también aterrizaron Agüero, Forlán, Simao, Maxi, Raúl García... Hemos tardado más que la mayoría, pero hemos llegado. Eso sí, ahora dejemos los chistes para otros, ¿vale? Ya es hora.

El 5 del Madrid

Juan M. Vara | 26/04/08 (Publicado en Diario AS - Cartas al Director)

Frédéric Hermel dedicaba su columna del Domingo a hablar de las excelencias de “un mediocentro internacional, respetado por los entendidos del futbol moderno, clave en la hazaña del Nou Camp”. Supongo que lo que Hermel llama futbol moderno es lo que en otras épocas hemos conocido como Bilardismo o patapum-p’arriba. Y dichos entendidos vienen siendo los Clemente, Trapattoni o Benitez de turno.

Uno empieza a estar cansado ya de que pregonen las virtudes de todos estos jugadores físicos que tanto sacrificio y trabajo aportan al equipo. No es que uno sea un Menottista recalcitrante y piense que sólo de jugones vive el hombre. Pero si que piensa que sudar no está reñido con saber jugar al futbol. Y cuando uno hace de 5, jugar implica ser capaz de dar el balón a tus compañeros en buenas condiciones. Nada más. Y en el caso de Diarra nada menos. Está por llegar el primer partido en que este chico nos regale con una colección de toques, de esos intrascendentes pero eficaces, tan necesarios cuando uno juega de mediocentro – porque eso del medio recuperador no cuela. Por mucho que corra y trabaje, el de mediocentro es un arte que permanece indescifrable para nuestro esforzado Diarra.

El contraste lo ofrece el otrora denostado Gago. Un tipo que además de robarla (como Diarra), la juega. No ha sido de los más queridos desde que llegó . Hasta hace poco había vendido más el sudor fácil de Diarra o la cacareada comparación con el joven De la Red – que curiosamente es un año mayor que el 5 de la albiceleste.

Del primero ya hemos hablado, del segundo recordar lo que ya es evidente para cualquier iniciado en esto del futbol - no el moderno, no, el futbol sin más). De la Red juega en el Getafe. Es de suponer que alguna diferencia hay a la hora de defender entre los compañeros de uno y otro. Vamos, que no creo que todos arrimen el hombro por igual (Robben VS Granero??, Robinho VS Contra??). Casquero podría hablar de si ha perdido llegada este año para facilitar la vida a De la Red. A ver quién se queda a tapar el posible agujero que Gago dejase si se incorporase como lo hace el de Arroyomolinos.

Ser el 5 del Madrid no es cualquier cosa: el 5 es el que dice cómo se juega al futbol y un equipo grande siempre tiene que proponer un fútbol grande (Valdano dixit). Que me cuenten dónde están los Diarras o Makeleles del Arsenal o el Man’U.